Tipos de fraude online y cómo evitarlos

Key takeaways

Prevención de fraudes en línea con identidad digital: La adopción de tecnologías de identidad digital como Didit es fundamental para combatir fraudes en línea, incluyendo phishing, spam, ingeniería social y robo de identidad. Al utilizar una identidad digital, se refuerza la seguridad al acceder a sitios y aplicaciones, reduciendo significativamente las posibilidades de ser víctima de estos delitos cibernéticos.

Combate el phishing con identidades digitales: Implementar soluciones de identidad digital como Didit puede minimizar los riesgos de ataques de phishing, proporcionando una capa adicional de seguridad al verificar la autenticidad de las cuentas y reducir la recepción de mensajes maliciosos.

Seguridad mejorada contra el spam: Las identidades digitales dificultan la distribución de spam al permitir un análisis de patrones que identifica y bloquea cuentas que se comportan de manera sospechosa, mejorando así la calidad de la comunicación en plataformas digitales.

Protección contra el robo de identidad: La tecnología de identidad digital ofrece un método robusto para proteger datos personales y prevenir el robo de identidad, permitiendo a los usuarios tener control total sobre su información y compartirla de manera segura y controlada.

Al navegar por internet interactuamos con múltiples sitios web y con otras personas. Pero este mundo de oportunidades que ofrece la red, para comprar, socializar, informarse, aprender, entretenerse, tiene una cara menos amable. Nos referimos a las constantes estafas que se pueden encontrar en el mundo digital, a los ataques que buscan robar datos y a cualquier tipo de fraude online.

A continuación repasamos los principales tipos de fraudes online y ofrecemos algunos consejos para prevenirlos. Veremos también cómo muchos de estos problemas se pueden evitar utilizando la tecnología de identidad digital.

Los principales fraudes en internet

Ataques de pishing

En este tipo de estafa, los atacantes intentan conseguir nuestros datos. En general, tienen como objetivo obtener credenciales bancarias para acceder a nuestros fondos. Lo consiguen enviando mensajes, en redes sociales o por email, para pedirnos datos personales o para llevarnos a un sitio malicioso, que imita la web oficial del banco o de un comercio. Al entrar debemos escribir nuestra clave, como si fuéramos a acceder normalmente y esta se queda registrada en los sistemas del sitio malicioso.

Para prevenir los ataques de pishing tenemos que ser cautelosos con los mensajes que recibimos. No debemos pinchar en un enlace si no estamos seguros de quién lo envía ni a qué contenido redirige. Tampoco debemos descargar un archivo que ha enviado una persona desconocida. Y si accedemos a un sitio donde vayamos a poner contraseñas y otros datos privados debemos asegurarnos de que se corresponden con la página web oficial, por ejemplo, comprobando que la URL es la correcta.

Con una solución de identidad digital y financiero como Didit sería más sencillo sortear este tipo de estafas. Dentro de una plataforma, como una red social, se podría reducir considerablemente el problema de los bots, pues será más fácil saber que una cuenta corresponde a una persona. Así, se reducen las posibilidades de que se envíen mensajes maliciosos.

Spam

Este problema consiste en emails o mensajes en diferentes plataformas, como redes sociales, que tienen un carácter masivo. Muchas veces son una forma de publicidad invasiva y a discreción. Pero a veces también incorporan ataques, como el pishing. De nuevo aquí es importante comprobar quién nos envía el mensaje, etiquetarlo como correo no deseado si procede o bloquear al remitente.

Las identidades digitales dificultan el envío masivo de mensajes, porque existen formas de saber, mediante el análisis de patrones, qué cuentas se comportan de esta manera. Así resulta más fácil bloquear los emails que provienen de este tipo de identidades, que además prefieren mantener un perfil bajo.

Ingeniería social

Este tipo de fraude tiene relación con los anteriores, pero puede ser mucho más personalizado. El atacante recurre a las emociones para movernos a la compasión, estimular nuestro ánimo de lucro e incluso despertarnos ternura o divertirnos. Son comunicaciones que pueden venir hasta de personas que conocemos si previamente su cuenta ha sido hackeada. El objetivo siempre es obtener datos que les resulten rentables, como la información bancaria.

Para prevenir este tipo de estafas lo primero es utilizar el sentido común. Si un contacto nos envía un mensaje con superpromoción de Amazon, tenemos que preguntarnos si esta persona se comporta así normalmente en vez de pinchar automáticamente en el enlace.

Con una capa de identidad digital como la de Didit es más difícil que una cuenta pierda sus credenciales y envíe mensajes maliciosos. Y es que para acceder a nuestro perfil necesitamos firmar una transacción con la clave privada de nuestra wallet blockchain. A esta garantía se suma la robustez de los estándares de seguridad que emplea nuestro protocolo (HSM o Hardware Security Model).

Robo de identidad

Este fraude online consiste en el robo de datos personales de alto contenido identitario. Pueden ser el número de la Seguridad Social, información bancaria o de documentos civiles. El objetivo es suplantar nuestra identidad y aprovechar esta coyuntura para cometer distintos tipos de acciones fraudulentas, como pedir una hipoteca en nuestro nombre o hacer pagos con su tarjeta.

Para evitar este tipo de fraude siempre conviene utilizar contraseñas robustas y desconfiar de las solicitudes inesperadas de datos personales. Asimismo, es importante que no compartamos de forma pública, por ejemplo en redes sociales, información de carácter personal.

Con la tecnología de identidad digital también es posible combatir esta amenaza. Didit nos permite tener un control absoluto de nuestros datos y compartir aquellos que queramos con quien queramos. Además, ya no necesitaremos una cuenta y una contraseña para cada sitio, con lo que reducimos la superficie de ataque para un posible robo.

La identidad digital como muro de contención

Estas son algunas de las formas que adopta el fraude online. Sin embargo, es un campo en continua evolución. Los atacantes buscan siempre nuevos métodos para introducirse en las cuentas de los usuarios y sacar provecho. De ahí que debamos tener presente en todo momento las recomendaciones habituales: no pinchar en enlaces sospechosos ni descargar archivos cuya procedencia no conocemos, mantener contraseñas de seguridad sólidas y no compartir datos personales sin necesidad.

Pero en este contexto también la tecnología de identidad digital puede servirnos para combatir muchas de estas amenazas. Con Didit ganamos en seguridad gracias a poder acceder a los sitios web o aplicaciones a través de una sola cuenta, que depende de la firma digital de una transacción. Debemos ejecutar esta operación en nuestra wallet, cuyas claves solo nosotros conocemos. De esta forma, resulta más difícil que nuestra cuenta sea hackeada, así como que se utilice para el envío de mensajes maliciosos.

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