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Key takeaways
1. Biometría como solución a deepfakes: La biometría ofrece una respuesta efectiva contra los riesgos de seguridad que representan los deepfakes, al proporcionar métodos de autenticación únicos e irreplicables.
2. Autenticación avanzada: Los métodos de autenticación y validación biométrica, como el reconocimiento facial y de huellas dactilares, son fundamentales para verificar la identidad en la era digital y prevenir el fraude.
3. Impacto social de los deepfakes: Los deepfakes pueden tener consecuencias graves en la sociedad, desde dañar la reputación y la imagen personal hasta influir en la opinión pública y la desinformación.
4. Tecnología biométrica de Didit: Didit utiliza tecnología biométrica avanzada para asegurar que las interacciones en línea sean auténticas, contribuyendo a un internet más seguro y humano.
¿Es una persona quien está al lado? Y si la respuesta es que sí, ¿es realmente quien dice ser? Conforme los deepfakes se vuelven más realistas, la fina línea que separa en internet la realidad de la ficción se hace más difusa. Estos clones digitales, promovidos por el mal uso de la inteligencia artificial, se vuelven más auténticos, más reales, por lo que es normal hacerse todas estas preguntas, ya que nuestra seguridad está en juego. A pesar de ello, la biometría puede ayudarnos a hacer de internet mucho más humano y poner cerco a este fraude hasta reducirlo.
El problema radica en que muchos de los métodos actuales para verificar la identidad (KYC) y comprobar la humanidad de las personas están obsoletos. Estos sistemas de autenticación y validación se suelen llevar a cabo de forma manual o con técnicas caducas, como fotografías o selfies, formas muy hackeables.
Ante este problema, y la necesidad de crear una verdadera capa de internet, Didit aparece como solución. Pero te contaremos más adelante cómo trabajamos día a día para humanizar las interacciones en línea.
Podemos definir la biometría como todos aquellos datos únicos y específicos relativos a una persona que facilitan su reconocimiento y autenticación. O dicho de otro modo, todos aquellos aspectos que nos hacen únicos, reconocibles e identificables.
Hay algunos identificadores con los que convivimos a diario. Utilizamos las huellas dactilares o el reconocimiento facial para desbloquear nuestros teléfonos, los exámenes de iris se han puesto de moda (a pesar de los numerosos problemas de privacidad que pueden conllevar) o incluso la voz, aunque existen otros muchos aspectos que nos hacen únicos: ADN, olores, forma de caminar o incluso las venas de las manos.
Habrás oído hablar de ellos últimamente en las noticias. Los deepfakes son documentos audiovisuales (imágenes estáticas, vídeos o audios) generados por inteligencia artificial y que imitan a una persona. En muchas ocasiones, estos clones son tan realistas que son capaces de engañar a muchas personas y servicios.
Aunque en muchos casos existen algunas aplicaciones que utilizan esta tecnología como entretenimiento (incluso Microsoft algunos años atrás lanzó una aplicación similar), pueden llegar a suponer auténticos quebraderos de cabeza entre aquellos que utilicen este desarrollo con fines negativos.
En este artículo te contamos en más profundidad qué son los deepfakes, cómo se crean y por qué debes tener cuidado, y poner en cuarentena cualquier información que te llegue por internet.
Los deepfakes, por su capacidad para suplantar la identidad de personas y crear contenido falso, pueden tener graves consecuencias en la sociedad:
Los deepfakes, por su capacidad para suplantar la identidad de personas y crear contenido falso, pueden tener graves consecuencias en la sociedad:
Daño a la reputación e imagen personal
La creación de videos falsos que muestran a una persona diciendo o haciendo algo que nunca hizo puede tener un impacto devastador en su reputación personal y profesional. El deepfake puede ser utilizado para ciberacoso, venganza o difamación, dañando la imagen pública de la víctima y destruyendo la confianza que se ha ganado a lo largo de su vida. En algunos casos, incluso puede conducir al ostracismo social o al despido laboral.
Desinformación y manipulación
Los deepfakes pueden usarse para difundir información falsa y propaganda con mayor facilidad que nunca. Esta capacidad para manipular la opinión pública puede tener graves consecuencias para la sociedad, erosionando la confianza en las instituciones y los procesos democráticos. Los deepfakes pueden ser utilizados para influir en elecciones, generar polarización social o incluso incitar a la violencia.
Fraude y estafas
La capacidad de los deepfakes para suplantar la identidad de personas abre la puerta a nuevas formas de fraude y estafas. Los estafadores pueden utilizar deepfakes para hacerse pasar por otras personas y obtener acceso a información confidencial, realizar transacciones bancarias no autorizadas o incluso cometer delitos como el robo de identidad.
Ciberacoso y violencia digital
Los deepfakes pueden usarse para acosar a personas en línea de una forma más cruel y efectiva que nunca antes. La creación de contenido falso que humilla o ridiculiza a una víctima puede tener graves consecuencias para su salud mental y seguridad. El ciberacoso con deepfakes puede causar depresión, ansiedad, aislamiento social e incluso ideas suicidas.
Erosión de la confianza en la información
La proliferación de deepfakes puede generar una desconfianza generalizada en la información, haciendo que las personas duden de la veracidad de videos, imágenes y audios. Esto puede dificultar el acceso a información veraz y el debate público sano, ya que las personas no sabrán qué información es real y qué es falso.
Otras consecuencias a largo plazo
Las consecuencias de los deepfakes no solo se limitan al corto plazo. La erosión de la confianza en la información, la polarización social y el debilitamiento de la democracia pueden tener repercusiones duraderas en la sociedad. La falta de confianza en las instituciones y la verdad puede dificultar la cooperación y la resolución de problemas importantes.
Fraudes como los deepfakes encuentran en la falta de una capa de identidad de internet el caldo de cultivo idóneo para crecer y expandirse. Sin embargo, la biometría facial puede ayudar a acabar con este enorme problema.
¿Cómo? En Didit tenemos la misión de humanizar internet. Y para probar la humanidad, los individuos deben superar una prueba NFC de lectura de su documento oficial y otra de biometría facial basada en Inteligencia Artificial, que nos permite comprobar la veracidad de la persona que está superando el proceso. Una vez se ha completado, su humanidad está comprobada y puede hacer uso de su identidad digital en cualquier entorno que lo necesite.
La seguridad biométrica ya se aplica en muchos ámbitos de nuestro día a día. Desde Facial ID de Apple, hasta el reconocimiento de huella de muchos dispositivos de Android. Esta capa biométrica es la mejor forma de proteger datos y documentación importante, puesto que es prácticamente imposible de duplicar.
Por eso, con Didit podrás almacenar tus esenciales más importantes y vincularlos a tu identidad digital descentralizada, de forma que queden ordenados, seguros y respaldados bajo una capa de biometría.
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