Los 5 principales retos al aplicar normativas KYC y AML en la industria fintech

Key takeaways

Las fintech enfrentan desafíos para equilibrar seguridad, experiencia de usuario y cumplimiento normativo al implementar procesos de KYC y AML.

Las regulaciones en constante evolución requieren que las fintech sean adaptables y proactivas en su enfoque de cumplimiento.

La gestión de datos y la privacidad son preocupaciones críticas para las fintech, que requieren medidas de seguridad robustas y políticas de datos claras.

La integración de tecnologías avanzadas como la biometría y la IA puede agilizar los procesos de KYC y AML mientras reduce los errores humanos.

El lavado de dinero sigue siendo una preocupación global. Las estimaciones indican que anualmente se blanquea una cantidad que oscila entre el 2% y el 5% del PIB mundial. Traducido a números, hablamos de una cifra que va desde los 715 billones y los 1,87 trillones de euros blanqueados anualmente. Acabar con este problema requiere de un compromiso global, aunque principalmente se pone el foco en las instituciones financieras, como las fintech.

La industria debe moverse entre muchas regulaciones, como las de verificación de identidad (KYC) y prevención del blanqueo de capitales (AML), además de tomar medidas proactivas contra el fraude. No hacerlo puede acarrear cuantiosas sanciones. Un caos conocido: los 31,7 millones de dólares de multa que impusieron a MT Global pocos años atrás. Por eso, las fintech no pueden ignorar los procesos de KYC y AML. Pero, ¿es sencillo?

En este artículo analizamos los 5 principales desafíos a los que las fintech deben hacer frente a la hora de implementar **procesos de verificación de identidad (KYC) y prevención contra el blanqueo de capitales (AML).**

Equilibrar la seguridad y experiencia del usuario

Al hablar de cumplimiento normativo de KYC y AML, la seguridad y la experiencia de usuario parecen estar en lados opuestos de la balanza. Algunos procesos de verificación de identidad son extremadamente largos y complicados, lo que puede derivar en que las tasas de abandono aumenten. Esto implica que una mala experiencia durante el proceso de onboarding implica perder clientes.

Las fintech tienen en su mano poder superar este desafío. Implementar tecnologías de verificación de identidad automáticas, basadas en validación de documentos y reconocimiento facial, agilizan el proceso. La clave es diseñar interfaces intuitivas, sencillas y ayudar a los usuarios durante toda la verificación de identidad. Un método de KYC orientado al cliente que ayuda a cumplir con las regulaciones puede ser una ventaja competitiva.

Una regulación en constante evolución

Las normativas de verificación de identidad y prevención del blanqueo de capitales están en constante evolución. Además, hay que tener en cuenta que las regulaciones pueden variar en función de la jurisdicción, por lo que no son iguales las normas de KYC y AML en España que en Estados Unidos. Esto puede suponer un hándicap para muchas empresas en cuestión de cumplimiento normativo y expansión empresarial. Ante esta visión, las fintech deben mantenerse al día, invirtiendo en innovación que promuevan la innovación y el crecimiento.

La solución a este reto radica en la capacidad de adaptación y proactividad de las fintech. La industria debe decidir si contar con un equipo exclusivo (in-house) dedicado al cumplimiento normativo o encontrar un partner que se encargue de estas cuestiones regulatorias. En cualquier caso, es fundamental que los sistemas implementados sean flexibles, para adaptarse rápidamente a cualquier cambio regulatorio sin demasiados quebraderos de cabeza.

La gestión de los datos y la privacidad

La gestión de los datos sensibles de los clientes para cumplir con las regulaciones de KYC y AML también presenta algunos riesgos relacionados con la seguridad y la privacidad para la industria fintech. En este caso, hablamos de normativas relacionadas con la protección de datos, como la GDPR (Reglamento General de Protección de Datos).

Las brechas de seguridad son constantes y las fintech deben saber que pueden conllevar pérdidas financieras, sanciones económicas y daños reputacionales. Por eso, encriptar la información end-to-end o contar con sistemas de seguridad robustos se han convertido en un must dentro de la industria. Es el enfoque conocido como privacy first que debe reinar en todos los procesos en los que se utilicen datos de los usuarios con el fin de mejorar la confianza de los mismos.

Además, es fundamental contar con políticas de retención y eliminación de datos claras, realizar continuas auditorías de seguridad y privacidad, así como educar a los empleados sobre las best practices para el manejo de datos sensibles.

Integración de tecnologías avanzadas

Todavía muchas fintech realizan los procesos de verificación de identidad y prevención de blanqueo de capitales de forma manual. Adoptar tecnologías como biometría, inteligencia artificial o machine learning pueden ayudar notablemente en los procesos de KYC y AML, permitiendo un onboarding de nuevos usuarios respetuoso con la normativa y automático.

Gracias a la automatización y las tecnologías avanzadas, los errores humanos se reducen de forma drástica.

Costos y recursos

Desarrollar, implementar y mantener sistemas de verificación de identidad (KYC) y prevención de blanqueo de capitales (AML) in-house puede ser realmente costosos, sobre todo para startups o empresas en crecimiento. Los costes suelen incluir un software, personal especializado y capacitado y continuas actualizaciones. Equilibrar estas necesidades normativas con las limitaciones presupuestarias es algo complicado para muchas fintech.

Por eso, cada vez más empresas del sector exploran soluciones SaaS (software-as-a-services) de KYC y AML, puesto que permiten reducir costes operativos y escalar de forma mucho más eficientes, sin dejar de lado el cumplimiento normativo y la experiencia de usuario.

Así, mientras se controlan los gastos, mejora la precisión y velocidad de los procesos.

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