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Key takeaways
KYC y AML son procesos complementarios: el primero identifica al cliente y el segundo monitoriza actividades sospechosas a lo largo del tiempo.
Un proceso básico de KYC no basta para frenar el fraude; se requiere una vigilancia continua y un programa integral de AML.
La automatización de KYC y AML mejora la experiencia del usuario, reduce costes y fortalece el cumplimiento normativo.
Didit ofrece KYC gratuito e ilimitado con IA avanzada, facilitando la adopción de políticas AML eficientes y asequibles.
Hoy en día, es imposible hablar de prevención de delitos financieros sin mencionar KYC (Know Your Customer) y AML (Anti-Money Laundering). Aunque suelen ir de la mano, cada uno cumple una función distinta dentro del marco regulatorio que se aplica a entidades financieras, como bancos, fintechs, plataformas de criptomonedas y cualquier empresa que maneje transacciones sensibles.
En Didit, llevamos tiempo analizando la evolución de los flujos de verificación de identidad y los sistemas de prevención de lavado de dinero. Nuestra experiencia nos demuestra que la verificación de identidad por sí sola ya no es tan determinante a la hora de impedir que los delincuentes actúen. De hecho, casi todas las actividades ilícitas comienzan una vez se ha superado el proceso de onboarding.
¿Eso quiere decir que el KYC ya no es importante? Todo lo contrario: la verificación de identidad es la primera piedra en la lucha contra el fraude, pero es necesario que las empresas cuenten con más herramientas para evitar que los criminales actúen a sus anchas. Es aquí donde entran las regulaciones contra el lavado de dinero (AML), que ayudan a sentar las bases para detectar actividades potencialmente ilegales de forma rápida.
Por todo ello, en este artículo profundizaremos las diferencias clave en KYC y AML, el cumplimiento regulatorio y cuáles son las mejores prácticas para ofrecer un onboarding seguro y fluido. ¡Sigue leyendo para no perderte nada!
KYC, Know Your Customer o Conoce a tu cliente, es el proceso por el que las empresas, habitualmente sujetos obligados (a cumplir con la normativa en materia de prevención de blanqueo de capitales), llevan a cabo para obtener información sobre el cliente y verificar su identidad.
La cantidad de información de identidad que se solicita a los usuarios puede variar en función de la jurisdicción, aunque es habitual que, al menos, incluyan el nombre, la fecha de nacimiento y la dirección.
El objetivo principal de los procesos de KYC es asegurar que los clientes son quienes dicen ser, reduciendo el riesgo de fraudes como la suplantación de identidad o las crecientes identidades sintéticas. Las empresas son las responsables de asegurar que los documentos presentados no son falsos, modificados o generados por IA.
Tradicionalmente, este proceso se centraba en la recopilación de documentos físicos. La tecnología ha avanzado hasta incluir:
Pese a ser fundamental en el onboarding de cualquier institución financiera, los procesos de KYC no bastan para blindar a una empresa contra el fraude. Ya hemos visto que la mayoría de acciones delictivas se producen cuando el usuario ya ha entrado en la plataforma, por lo que aquellas empresas que únicamente confían en el proceso de verificación inicial, dejan desatendidos todos los comportamientos posteriores de los usuarios. Es aquí donde entra en juego las regulaciones de AML.
Conoce más sobre los procesos de KYC y por qué son importantes en 2025.
Anti-Money Laundering (AML) son aquellas medidas que las instituciones financieras y otros sujetos obligados deben implementar para prevenir los crímenes financieros, principalmente el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo. Para aquellas industrias reguladas implica que los equipos de compliance analicen a los consumidores y sus transacciones, para reportar cualquier actividad sospechosa en caso de que fuera necesario.
Todas las empresas reguladas deben adoptar sus propias medidas de AML según las normativas nacionales e internacionales de la región en la que operen. Habitualmente, todos los reguladores nacionales se basan en las recomendaciones marcadas por el Grupo de Acción Financiera (GAFI/FATF), adaptándolas a sus respectivas jurisdicciones.
La diferencia principal entre KYC y AML radica en su naturaleza. AML implica una serie de procedimientos y protocolos que forman parte de los programas de AML de cada empresa, mientras que KYC es un componente, el primero, de este programa. De esta forma, el KYC juega un papel fundamental dentro de las regulaciones AML.
¿Qué procedimientos y protocolos suelen incluir los programas de AML?
Durante el Programa de Identificación de Clientes (PIC), las empresas identificar y verificar a los clientes (KYC), definir los perfiles de riesgo y chequear listas gubernamentales.
No todas las empresas deben cumplir con las normativas AML, incluidos los procesos KYC: todo depende de la jurisdicción en la que operen. Sin embargo, las industrias más habituales son:
Tal y como explica Luis Rodríguez, CEO de ComplianZen, en una entrevista en nuestra newsletter Identity Unleashed, no todas las normativas en materia de prevención son iguales pero sí tienen el mismo fin: combatir el dinero ilícito. Cada país cuenta con sus propias regulaciones, marcadas habitualmente por las recomendaciones del GAFI (Grupo de Acción Financiera).
Estos son algunos de los artículos que hemos redactado hablando de las normativas más relevantes de cada país:
¿Quieres lograr un onboarding fluido y seguro en tu negocio? La clave es la automatización. Gracias a las nuevas herramientas, los procesos de KYC y AML ayudan a mejorar la seguridad de las operaciones, las tasas de conversión y reducir los abandonos.
Automatizar el KYC conlleva muchas ventajas para las organizaciones, como un mayor ahorro, reducción de costes operativos o garantizar el cumplimiento normativo. Puedes profundizar más sobre los beneficios del KYC automático en nuestro blog.
Gracias a estas herramientas, las empresas pueden verificar la identidad de sus usuarios en línea y de forma remota en apenas unos segundos.
También los chequeos de AML Screening, parte fundamental en la lucha contra la prevención de blanqueo, se pueden automatizar y son muy beneficiosos. Es lo que se conoce como Ongoing Monitoring. En esta fase se cotejan los datos de los usuarios con listas de Personas Políticamente Expuestas (PEPs), listas de sanciones, listas de vigilancia o medios adversos.
De esta forma, y gracias a la tecnología, se puede automatizar todo el flujo de KYC y AML, personalizando aquellos indicadores de riesgo para controlar en tiempo real todo lo que ocurre en tu negocio.
Si te limitas a un proceso básico de KYC en el proceso de onboarding, puede ocurrir que los delincuentes utilicen tu plataforma para llevar a cabo actividades ilícitas, como lavado de dinero o financiamiento ilegal. Por eso, un enfoque integrado KYC y AML se traduce en:
En Didit ofrecemos la única solución de KYC gratuito e ilimitado del mercado, pensada para que las empresas, independientemente de su tamaño o sector, puedan protegerse del fraude sin incurrir en costes prohibitivos. ¿Cómo lo hacemos?
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En un entorno cada vez más digital y globalizado, KYC y AML son la piedra angular de cualquier estrategia de compliance. Mientras que el primero se encarga en verificar la identidad y legitimidad de los usuarios, el segundo abarca una visión más amplia para detectar y reportar cualquier actividad ilegal a lo largo del ciclo de vida del cliente.
En Didit creemos que humanizar internet en la época de la IA implica poner la verificación de identidad al alcance de todas las empresas, sin barreras económicas ni tecnológicas. Por eso ofrecemos el único plan gratuito e ilimitado del mercado, para ayudarte a cumplir con tus obligaciones normativas y frenar el fraude de forma eficiente y efectiva, sin drenar tu hoja de resultados.
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